Los arboles urbanos en las ciudades son excelentes filtros para los contaminantes urbanos y pequeñas partículas, además ayudan a reducir estrés mental, proporcionan fuente de alimento y otras características, las cuales hacen de ellos elementos esenciales en la vida urbana y del paisaje, y en la actualidad son altamente recomendados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) para ser empleado en las ciudades y centros poblados.

Desde la creación de las urbes que se ha incorporado al paisaje diferentes especies arbóreas o bien se han mantenido las del entorno natural, las cuales tienen distintos valores, como fines paisajísticos, dar sombra o proporcionar fruta fresca. Independientemente de la finalidad en la plantación, los árboles urbanos representan varios beneficios a la cuidad, razones, por las cuales se ha potenciado la incorporación de nuevas áreas verdes, donde los árboles juegan un rol importante.

Imagen 1: Una necesidad para bien de todos. Reforestación urbana.
Fuente: Vicente García Nebot
En: https://www.elmundofinanciero.com/noticia/88674/analisis-y-opinion/reforestacion-urbana.html

 

 

Dentro de los beneficios más importantes están la reducción de temperatura ambiente, ser un filtro de contaminantes urbanos, tienen la capacidad de absorción de CO2, ayudan en la amortización del ruido, generan un aporte de alimento, son una contribución a la biodiversidad, tienen aportes positivos en la salud física y mental, regulan el flujo de agua subterránea, proporcionan leña para cocinar o calefacción,  aumentan el valor de las propiedades que tienen árboles o están aledañas a espacios verdes, de los cuales se describirán algunos.

Imagen 2: Beneficios de los árboles urbanos. Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2016.. En: http://www.fao.org/forestry/urbanforestry/en/

 

1. Reducción de temperatura

En las ciudades se generan islas de calóricas (Camilloni y Barros 1991), las cuales, según Olmos (1991), se ven disminuidas por el arbolado, dado a que absorben radiación, proporcionan sombra, dispersan el aire y se incrementa la humedad ambiental por la transpiración y el riego (Nowak et al. 1998; Ochoa de la Torre 1999 y Kurbán et al. 2002). Además, también se ha visto que no sólo disminuye la temperatura atmosférica, sino la de las construcciones aledañas, minimizando las demandas de energía eléctrica para equipos de aire acondicionado (Akbari, 2005; Rosenfeld et al, 1998), lo que disminuye el consumo de energías.

 

2. Filtro de contaminantes urbanos

Los árboles juegan un papel importante al captar partículas en la superficie y en las que se logran absorber (Ziegler, 1973). La capacidad de retención de material particulado fino, depende de las características en la superficie de las hojas, como los tricomas, rugosidad superficial, capa de cera epicuticular (Dzierzanowski et al., 2011), número de surcos y tricomas y no de la forma foliar y la venación de hoja ancha (Chen et al., 2017). No obstante, otro factor importante para la absorción de material particulado, es la densidad y tamaño de los árboles, dado a que ejemplares sanos, con un diámetro de tronco sobre 77 cm, eliminan aproximadamente 70 veces más la polución atmosférica anual (1.4 Kg/yr), que árboles de tamaño menor a 8 cm de diámetro de tronco (0.02 Kg/yr). (Nowak y Crane, 2002).

 

3. Absorción de CO2

Dentro de los gases que se absorben para el proceso de fotosíntesis, está el CO2, el cual es el gas más significativo en el efecto invernadero, siendo los arboles un captador de este gas. Los árboles son excelentes contenedores de CO2 a largo plazo, dado a que lo almacenan en sus partes leñosas durante décadas e incluso siglos, lo que depende de la longevidad de cada especie (Kuhns, 2007), siendo conveniente la plantación de árboles añosos. El impacto de los árboles en esta materia, llevo a una estimación en 1995, que, en la ciudad de Chicago, los árboles almacenan cerca de 5,6 millones de toneladas de carbón (McPherson et al 1995), lo que demuestran una ventaja potencial de zonas con exceso de contaminación y beneficio en disminuir el efecto invernadero. A su vez, el crecimiento rápido de los arboles en zonas urbanas, ayudan a una absorción de 4 veces más que en circunstancias naturales (Nowak y Crane, 2002).

Imagen 3: Beneficios ambientales de los árboles urbanos. Los árboles son imprescindibles. Fuente: Vamos a hacer algo por la tierra (una iniciativa FIDER) En: http://vamosahaceralgoporlatierra.com/la-importancia-de-los-arboles/

 

4. Amortización de ruido

Las plantaciones de árboles tienen la capacidad de reducir el ruido transmitido, por sus hojas y ramas, dispersándolo, mientras el suelo lo absorbe (Aylor, 1972). Según Givoni (1989), los árboles plantados a lo largo de las calles no reducen significativamente el nivel de ruido que llega a un edificio, pero pueden reducir el tiempo de reverberación en una calle debido a la absorción de las hojas. Además, el bloqueo visual del origen del sonido, la vegetación puede reducir la percepción de la cantidad de ruido que los individuos realmente escuchan (Miller, 1988).

 

5. Aporte de alimento

Dentro del arbolado, muchas especies pueden producir frutos, hojas, tallos, semillas u otros, que son comestibles, así como los árboles frutales tradicionales y algunas especies nativas, que además de aportar sombra, flores, rápido crecimiento y estructura, tienen un interés de la obtención de alimento, para el consumo humano, como de la fauna.

 

6. Contribución a la biodiversidad

Las ciudades compiten con la fauna nativa, considerando que las áreas verdes proporcionan hábitat para aves, insectos y animales, este efecto es potenciado al incorporar especies nativas, ya que actúan como atrayentes. Además de considerar el arbolado en este apartado, los jardines domésticos también constituyen un soporte para la biodiversidad.

Imagen 3: El árbol urbano como hábitat de fauna. Fuente: Imagen de distribución gratuita. En: https://fr.vecteezy.com/photo/1457297-nid-d-oiseau-dans-un-arbre

 

7. Salud física y mental

Conocidos son los diversos aportes a la medicina desde las plantas, como aportes espectorantes de las hojas de eucaliptos (Eucalipthus spp.) hasta la derivación de la aspirina a través del estudio del ácido salicílico que contiene desde corteza del sauce blanco común (Salix alba vulgaris) descrito por Ricard Stone. Además hay estudios de una macada diferencia entre la felicidad de las personas en grandes ciudades, versus las que viven en zonas rurales, donde, se ha encontrado que aquellas personas que viven en áreas construidas con acceso a jardines o espacios abiertos con cobertura vegetal tienen una menor prevalencia de desórdenes mentales en contraste con personas en áreas construidas sin tales accesos (Lewis & Both, 1994). También, varias investigaciones han demostrado que el contacto con la naturaleza impacta positivamente a otros rasgos de la salud, como en la presión sanguínea, niveles de colesterol en la sangre, actitudes en la vida y reducción del estrés (Hartig, Mang & Evans, 1991; Kaplan, 2001; Leather et al. 1998; Parsons et al. 1998; Rodhe & Kendle, 1994; Martínez-Soto, 2010). Dentro de otros aspectos en la salud, comparativamente, se ha demostrado que los pacientes de un hospital con vistas a árboles desde las ventanas, se recuperan significativamente más rápido y con pocas complicaciones que los pacientes sin esas vistas (Ulrich, 1984). Esto sin mencionar el aumento de actividad físicas en espacios arborizados y los beneficios que trae el ejercicio a la salud.

Imagen 5: Naturaleza y calidad de vida.
Fuente: Imagen de distribución gratuita.
En: https://ibagy.com.br/blog/bem-estar/natureza-e-qualidade-de-vida-por-que-morar-proximo-areas-verdes/

 

 

De acuerdo a los antecedentes mencionados, la forestación o forestería urbana entrega una serie de importantes y variados aportes a los espacios urbanos, razón por la cual resulta extremadamente relevante su conservación y fomento de su plantación y adecuado mantenimiento.

 

Bibliografía

 

Akbari, H. 2005. Energy saving potentials and air quality benefits of urban heat island mitigation. Berkeley: Lawrence Berkeley National Laboratory.

Aylor D. 1972. Noise reduction by vegetation and ground. J. Acoust. Soc. Ame 51 (1): 197-205.

Camilloni, I. A. and Barros, V.R. Modelo de estiamción del exceso urbano de calor; su aplicación a las ciudades de Rosario y Paraná. Resumen Congrement IV. Bueno Aires. pp 23-27.

Chen, L., C. Liu. 2017. Variation in Tree Species Ability to Capture and Retain Airborne Fine Particulate Matter (PM2.5), Scientific Reports, 7, 3206.

Dzierzanowski, K., R. Popek. 2011. Deposition of particulate matter of different size fractions on leaf surfaces and in waxes of urban forest species, Int. J. Phytoremediation, 13, 1037-1046.

Givoni, B. 198). Urban design in different climates. Report WMO/TD-No. 346, World Meteorological Organization, Geneva.

Hartig, T., Mang M, & Evans, G. 1991. Restorative effects of natural-environment experiences. Environment and Behavior, 23, 3- 26.

Kaplan, R. 2001. The nature of the view from home: Psychological benefits. Environment and Behavior, 33, 507- 542.

Kuhns, M. 2007. Landscape trees and global warming. Utah State University.

Kurbán, A.; Papparelli, A.; Cúnsulo, M.; Montilla, E. y Herrera C. 2002. «Aporte de la forestación al control del clima urbano en zona árida». Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente, vol. 6, No. 1 (2002), pp. 43-48.

Leather, P., Pyrgas, M., Beale, D. y Lawrence, C. 1998. Windows in the workplace. Environment and Behavior, 30, 739- 763

Lewis, G. y Booth, M. 1994. Are cities bad for your mental health? Psychological Medicine, 24, 913- 915.

Martínez-Soto, Joel. 2010. Impacto de la naturaleza urbana próxima: un modelo ecológico so cial. Tesis de doctorado no publicada. Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México.

McPherson, E.G., Nowak, D., Heisler, G., Grimmond, S., Souch, C., Grant, R. and Rowntree, R. 1995. «Results of the Chicago Urban Forest Climate Project,» in Kollin, C. and Barratt, M. (eds.), Proceedings of the 7th National Urban Forest Conference, New York, Sept. 12-16.

Miller R. 1988. Urban Forestry: Planing and Managing Urban Greenspaces: Prentice Hall, Englewood Cliffs, NJ, 404p.

Nowak D. y Crane, D. 2002. Carbon storage and sequestration by urban trees in the USA. Environmental Pollution. Volume 116, Issue 3, March 2002, Pages 381-389.

Nowak, D. J.; McHale, P. J.; Ibarra, M.; Crane, D.; Stevens, J. C. and Luley, C. J. 1998. «Modeling the effects of urban vegetation on air pollution». Air pollution modeling and its application XII. Proceedings of the Twenty-Second NATO/CCMS International Technical Meeting (Clermont-Ferrand, France), June 2-6, 1997. Gryning, S.-E.; Chaumerliac, N. (eds.), Plenum Press. New York. pp. 399-406. ISBN: 978-0- 306-45821-7.

Ochoa de la Torre, J. 1999. La vegetación como instrumento para el control microclimático en línea. Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Cataluña.

Olmos B. 1991. El medio Ambiente Urbano y la Vegetación. Estudio de vegetación de la ciudad de Valencia. Edit. Generalitat Valenciana. Conselleria D´Agricultura i Pesca. 156p.

Parsons, R., Tassinary, L., Ulrich, R., Hebl, M. & Grossman, A. (1998). The view from the road: Implications for stress recovery and immunization. Journal of Environmental Psychology, 18, 113- 140.

Rohde, C. & Kendle, A. 1994. Human well-being, natural landscapes and wildlife in urban areas: A review. Bath: English Natura

Rosenfeld, A. H.; Akbari, H.; Romm, J. J. & Pomerantz, M. 1998. Cool communities: Strategies for heat island mitigation and smog reduction. Energy and Buildings, vol 28, N° 1: 51–62.

Ulrich R. 1984. View through a window may influence recovery from surgery. Science. 224: 420-421.

Ziegler I. 1973. The effect of air-polluting gases on plant metabolism. In: Krishnamurthy L and Nascimiento JR. Green Urban Areas in Latinamerica and Caribe. pp 22.

 

Imagen portada: Ciudadanos luchan contra la deforestación urbana en las ciudades chilenas.

Fuente: https://la.network/ciudadanos-luchan-contra-la-deforestacion-urbana-en-las-ciudades-chilenas/

Foto: Ricardo Martínez Ruiz, integrante del grupo  En defensa del árbol urbano en Chile.

 

 

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